En nuestro lenguaje diario hay un grupo de palabras prohibidas, secretas, sin contenido claro, y a cuya mágica ambigüedad confiamos la expresión de las más brutales o sutiles de nuestras emociones y reacciones. Palabras malditas, que sólo pronunciamos en voz alta cuando no somos dueños de nosotros mismos.
Octavio Paz
Palabras Malditas es una puerta abierta, una galería, una sala de lectura, un bar, un motel al cual todos pueden entrar y colgar sus cuadros, conversar y exponer sus ideas sin censura.
Les interesa la literatura principalmente, pero también los temas de actualidad política y social, las artes visuales, la música, y por supuesto la diversión, el desmadre virtual. No pretenden ser los únicos o los mejores, sólo quieren ser una opción para el internauta aburrido de lo mismo, para curiosos con las mismas inquietudes que nosotros.